A pocos kilómetros de Perugia se ubica este lugar que definirlo simplemente un hotel queda corto.
Todo empezó con la llegada a Umbría de una familia de origen véneto: los Donini.
Eran comerciantes de tejidos y en especial fabricantes de brocado, que en Venecia gozaba de gran tradición.
Tanta laboriosidad se vio recompensada en 1751. Los Donini se convierten en Condes. Ahí fue cuando la granja-villa se quiso transformar en casa solariega de nueva alcurnia y se procedió con las decoraciones pintadas del piso noble del edificio en una perfecta unicidad con el entorno paisajístico.
En la actualidad el cuerpo original (Villa Costanza) se conecta a una nueva edificación (Villa Laura) gracias a un corredor acristalado. Aquí es donde se encuentran las habitaciones, la recepción y la biblioteca del hotel.
El bosque comprende un jardín del siglo XVII con fuentes y un bosque de inspiración romántica con tres urnas cinerarias de época etrusca. En los antiguos establos se celebran eventos (todo un clásico celebrar el banquete de bodas allí) y al lado de la piscina se encuentra el balneario.
Historia, patrimonio, gastronomía y naturaleza.
Toda una experiencia.