El “germinar de la Paz”, olivas de bronce en la Basílica de San Francesco para el Domingo de Ramos de 2023. Giuseppe Carta y Umbría.
Se trata de un grupo escultórico de 140 olivas de hasta un metro y medio de grandeza que parecen emerger de la tierra, de una oliva monumental llamada la “oliva madre” y de un ramo de olivo que evoca la repetición del fruto y de la hoja. La superficie de las olivas van del verde oscuro al grisáceo y las hojas de bronce emiten destellos dorados con el efecto del sol, una experiencia sensorial que te hace pensar en el aceite recién exprimido.
El olivo, el árbol por excelencia de la región de Umbría, se poda en marzo, las ramas vuelven a crecer, la floración da paso a la germinación, nace el fruto que debe madurar y a finales de octubre y principios de noviembre la aceituna se recoge, se lleva a la almazara y se muele. Trabajo duro, paciente, manual, que requiere la presencia humana constante y por ello cargado de gran simbología. En la Antigua Grecia la rama de olivo representaba la victoria; para judíos y cristianos es símbolo de bendición divina, de sanación, de paz y reconciliación.
A todo esto pensó el artista sardo Giuseppe Carta, sobre todo al valor de La Paz que tanto amaba San Francisco: “Que el Señor te dé Paz” era su saludo, “ que vuelva su rostro a ti y te dé la Paz” fue la bendición a Fray León, “Señor, haz de mí un instrumento de tu Paz”, dice su oración. Se conjuga la poderosa espiritualidad que impregna la ciudad de Asís con la exaltación del mensaje de paz intrínseco a la oliva y a su planta, todo ello en una tierra, Umbría, fecunda de olivares y de aceite.
Umbría, Oliva, Asís, San Francisco, Paz.