Todi

Todi, donde anidó el águila

El águila lo tenía bien claro, la ciudad tenía que fundarse en lo alto de la colina, justo donde se posó con un mantel que acababa de robarle a una tribu de origen umbro que habitaba en el valle, cerca del río Tíber. Otros dicen que en realidad la fundación de la ciudad se debe a los etruscos, que quisieron construir una ciudad centinela en la zona fronteriza que colindaba con los umbros. Se cree que su antiguo nombre, Tuder, significa precisamente eso: la ciudad de frontera.
Y hoy sigue siendo frontera, o sea, una encrucijada de tendencias. Por ejemplo, sólo en Todi se admira una iglesia en puro estilo renacentista al lado de un parque de esculturas de arte contemporáneo. Ciudad de contrastes, ciudad ideal, ciudad en realidad sin fronteras.

 

Todi en medio día

La IGLESIA DELLA CONSOLAZIONE es un puro juego de líneas curvas y rectas, de cúpulas y tímpanos rectangulares. Nada más cruzar la carretera se notan dos tótems de un material rojizo. Marcan el inicio del PARQUE DE BEVERLY PEPPER, una escultora estadounidense que practicó el “Land Art”. Ya en la parte alta de la ciudad se impone por la majestuosidad de su campanario la IGLESIA DE SAN FORTUNATO. Una escalinata digna de una emperatriz se abre hasta su fachada, en el que destaca un portal con figuras fantásticas que te atrapan en una espiral.
En la PLAZA DEL POPOLO los edificios del poder civil (PALACIO DE LOS PRIORI, DEL POPOLO y DEL CAPITANO, y religioso (CATEDRAL DE LA ANNUNZIATA), enmarcan con ajada elegancia una de las plazas medievales más impresionantes de Italia.

Y para completar el día

En una hora escasa se llega a ORVIETO. En media hora a PERUGIA. ¿Algo más relajado? ¿Te gusta la cerámica? ¿Y la música? Acércate a DERUTA, allí podrás comprarte una guitarra de cerámica pintada que suena de maravilla. Si no te lo crees, pregúntaselo a Carlos Santana.